NEUROPSICOLOGÍA EDUCATIVA

La Neuropsicología en una rama de la Psicología que se encarga del estudio, evaluación e intervención de los déficits en las funciones cognitivas (las cuales tienen su base en el cerebro) y sus manifestaciones en la conducta. Estos pueden surgir durante el curso del desarrollo o tras un daño cerebral sobrevenido. La Neuropsicología tiene su origen en el SXIX en la Medicina; pero es desde principios del SXX y, muy especialmente, desde la figura de Alexander Luria cuando se convierte en lo que hoy conocemos. Dentro de ella, la Neuropsicologia Infantil y del Desarrollo, realiza las funciones mencionadas desde la primera infancia hasta que finaliza el desarrollo cerebral, a lo largo de la tercera década de la vida (la veintena). Dentro de esta, la Neuropsicología Educativa o Escolar, se centra en la evaluación e intervención sobre las funciones cognitivas dentro del ámbito del aprendizaje escolar. La Neuropsicología Educativa o Escolar no es algo nuevo, sino que tiene sus orígenes a principios de los años ochenta, con autores como Hydn, Reynolds, Gaddes u Obrzut, inspirándose claramente en Luria. Se inicia en Estados Unidos dentro de la Psicología Educativa, como una necesidad de especialización que integra los conocimientos del ámbito escolar y los de la neuropsicología (evaluación e intervención desde este enfoque), con el fin de dar una mejor atención a los alumnos con necesidades.

Algunos manuales de Neuropsicología Escolar

Por otra parte, la Psicología Cognitiva, la Psicología Experimental y, más recientemente, la Neurociencia Cognitiva (esta última con origen en la Psicología en los años setenta), como ciencia básica, llevan dedicándose más de 150 años al estudio de la cognición humana, por lo que es fundamental su conocimiento para saber cómo funciona nuestro cerebro y cómo aprendemos. La neuropsicología se apoya en estos conocimientos de forma decisiva. La Psicología Educativa y la Psicología del Desarrollo, también han realizado y realizan aportaciones decisivas al conocimiento en este campo, tanto en el ámbito investigador como aplicado.

Las funciones cognitivas sobre las que se trabaja en Neuropsicología son las siguientes:

  • Atención y velocidad de procesamiento: nivel de activación, selectiva, sostenida, alternante, dividida, atención ejecutiva, velocidad de procesamiento.
  • Funciones ejecutivas: memoria de trabajo, inhibición, planificación, flexibilidad cognitiva, previsión, toma de decisiones, monitorización, razonamiento, abstracción, estimación temporal, ejecución dual, multitarea.
  • Lenguaje: comprensión, producción, fonología, morfología, sintaxis, semántica, pragmática, lectura y escritura.
  • Memoria: corto y largo plazo, procedimental, declarativa (episódica, semántica), prospectiva.
  • Gnosias: percepción y reconocimiento de información que ya tenemos aprendida y a la que le damos un significado (objetos, lugares, personas, nuestro cuerpo y sus partes,...). No es la mera sensación de color, movimiento, sonido o tacto por los receptores sensoriales.
  • Cognición espacial: conjunto de funciones cognitivas con las que procesamos  y comprendemos el espacio en dos y tres dimensiones, incluyendo las imágenes del entorno y su representación espacial, la percepción de la distancia y la profundidad, la rotación de imágenes mentales, la relación de nuestra posición en el espacio, así como la percepción de nuestra postura y movimientos en el espacio.
  • Praxias: son los movimientos voluntarios para llevar a cabo un plan o lograr un objetivo. Entre los diferentes modelos existentes sobre las praxias, nos centramos en las ideatorias, ideomotoras y visoconstructivas.
  • Cognición social: saber hacer conjeturas o hipótesis de las intenciones, emociones y entendimiento de los demás, y de las diferencias respecto a las de uno mismo (analizando el lenguaje corporal, la entonación del lenguaje del otro, dentro de un contexto o situación determinada), y conectar emocionalmente con otros, reconociendo y/o sintiendo lo que sienten los demás.
Las dificultades en dichas funciones pueden derivar en diversas problemáticas para llevar a cabo actividades de la vida diaria del niño, como el aprendizaje escolar de la lectura, la escritura y el cálculo, el correcto uso del lenguaje, déficits en la planificación y organización del comportamiento (ej.: planificarse el estudio), autocontrol, relaciones sociales, orientación espacial, etc., siendo, por tanto, indispensable la evaluación de los puntos fuertes y débiles del niño a nivel cognitivo, para su posterior intervención de manera personalizada.

Las principales áreas de actuación en las que intervenimos están relacionadas con el aprendizaje escolar, y son las siguientes:

  • Dificultades en el aprendizaje escolar (lectura, escritura, cálculo, aprendizaje no verbal, etc.). Déficits cognitivos y sus efectos en el aprendizaje escolar: atención, inhibición, velocidad de procesamiento, memoria de trabajo, planificación, monitorización, flexibilidad cognitiva, razonamiento,... Todo ello, en relación al contexto académico.
  • Trastornos del neurodesarrollo y sus efectos en el aprendizaje escolar (discapacidad intelectual, trastornos del lenguaje, TEA, TDAH, TANV, TAP, TCL, síndrome de Gerstmann, síndromes genéticos, epilepsia,...). No diagnosticamos dichos trastornos, porque debe hacerlo un médico especializado (neuropediatra, neurólogo infantil,...); pero sí valoramos e intervenimos en sus capacidades cognitivas en su relación directa con el aprendizaje escolar.
 *CUANDO ACUDA A UNA CITA POR PRIMERA VEZ, NO OLVIDE LLEVAR TODA LA DOCUMENTACIÓN QUE DISPONGA EN SU PODER ACERCA DE SU HIJO/-A (Informes clínicos, informes psicopedagógicos,…), POR IRRELEVANTE QUE LE PAREZCA. 


EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA EDUCATIVA 

Mientras la evaluación psicopedagógica tradicional se basa en la aplicación mecánica de tests de inteligencia (complementado con otros tests), y en llegar a conclusiones en base a las puntuaciones de los tests (CI, percentiles, puntuaciones típicas, puntuaciones escalares), lo cual es muy superficial y puede llevar fácilmente a conclusiones erróneas; la evaluación neuropsicológica es mucho más exhaustiva, profunda y detallada, no limitándose a una mera "medición" cuantitativa. El proceso de evaluación es el que sigue:

Anamnesis

Proceso de análisis del niño para identificar síntomas y signos actuales (semiología), conocer el curso (inicio, progreso e intensidad de los mismos), tanto de forma directa con el niño, como analizando la historia clínica y escolar, informes y tratamientos previos, antecedentes personales y familiares, impacto en la vida cotidiana, con el fin de identificar y detectar dificultades de la forma más acertada. Para ello, es necesaria una buena capacidad de observación, partiendo de los conocimientos basados en la evidencia científica que posee el psicólogo, así como empatía, iniciativa y prudencia.

Exploración cognitiva:

Según las necesidades del caso analizadas en la anamnesis, se hace una evaluación cognitiva de los puntos fuertes y débiles de las diferentes funciones cognitivas: atención, inhibición, velocidad de procesamiento, memoria de trabajo, lenguaje, memoria, funciones ejecutivas, cognición espacial, gnosias, praxias, cognición social. Como ya hemos comentado, para ello, es necesario un alto conocimiento en la cognición humana, los modelos cognitivos, las bases neuronales, así como dominar las herramientas y pruebas de evaluación que se empleen en la exploración, no haciendo conclusiones basándose exclusivamente en las puntuaciones de los tests, sino recurriendo a estas sólo como una información complementaria.

Además de conocer las capacidades cognitivas generales del niño, también se evalúan aquellas que son parte específica de la lectoescritura y la cognición matemática en base a los modelos neurocognitivos imperantes.

Partiendo de que la mejor herramienta de evaluación es el conocimiento del profesional, nos guiamos en un modelo de evaluación flexible, abierto, basado en procesos, en el que durante la evaluación se toman decisiones de acuerdo a las necesidades individuales que presenta la persona a evaluar, partiendo del conocimiento de los modelos cognitivos y sus bases neuronales, y no centrándonos en protocolos cerrados e iguales para todos, basados únicamente en las puntuaciones de los tests y que no llevan a cabo una valoración cualitativa de los signos y síntomas del funcionamiento cognitivo del niño o adolescente (semiología).

En definitiva, nos basamos en el modelo de evaluación por procesos que han desarrollado las grandes figuras de la neuropsicología como Alexander Luria, Anne Christensen, Donald Stuss, Edith Kaplan, Muriel Lezak, Oliver Zangwill, Brenda Milner, Kevin Walsh, Leonard Koziol,..., o dentro de la Neuropsicología Escolar Daniel Miller, entre otros. Además, consideramos ineludible el estar en continua formación en neurociencia cognitiva, psicología cognitiva, neuropsicología, evaluación e intervención, semiología, dificultades de aprendizaje, aprendiendo tanto de los referentes en investigación como de la práctica clínica y educativa.




Tras la evaluación, se llevan a cabo orientaciones educativas en relación a las conclusiones sobre los puntos fuertes y débiles a nivel cognitivo, así como propuestas de adaptación metodológica educativa.

Contamos con el correspondiente Registro Sanitario de la Consejería de Salud de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (RES nº 40003211/200), en la Clínica Materno Infantil Matrioska, estando habilitado como Psicólogo General Sanitario. Además, contamos con la correspondiente formación en neuropsicología infantil.

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